Sara era una niña que le gustaba mucho ir al colegio con sus amigos y amigas. Sara un día fue al médico y extrañó tanto a sus amigos que lloró durante una hora y noventa minutos, al salir del médico fue a casa de una amiga llamada Celi, jugó que tomó el té y se comió doce bollos en una hora y sesenta minutos, llegó en ese momento la madre de Celi y dijo: "Celi, hija, recoje tu habitación que mañana hay cole". Sara dijo, yo ya tengo que marchar y se fue a casa; al otro día Sara volvió al médico, pero esta vez no lloro.
Confieso...
Hace 3 años
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