Una niña llamada Laura quería una Matrioska, después se le unió su hermana Ines, mas tarde su amiga María y luego la prima de María.....y luego toooodas las niñas querían matrioskas. La presidenta de Rusia se llevaba las manos a la cabeza diciendo, -Esto no puede ser, de donde sacamos tantas matrioskas?!!!, el conserje, que le estaba escuchando le dijo: -porque no habla usted, con Pablo, el tallador de madera del pueblo y le pide que le haga a todos una muñeca matrioska. La presidenta, muy de acuerdo con el conserje, así lo hizo; fue adonde Pablo, el tallador de madera del pueblo y le pidió que le tallara muñecas matrioskas a todos los niño, y así lo hizo Pablo. Desde entonces, Rusia, esta lleno de muñecas matrioskas y las niñas son muy felices con sus muñecas matrioskas.
(Ilustración por José Ángel Peña)